Fotografía y segmentos.


Thomas Busse

Del 29/05/2015 al 24/06/2015


“… Si la belleza, cuyo logro es un rechazo de la animalidad, es apasionadamente deseada, es que en ella la posesión introduce la mancha de lo animal”. Georges Bataille.

Las fotografías no sólo tratan de un momento del pasado registrado por la cámara, irrumpen con la fuerza de la evocación fuera del tiempo y lo segmentan. En Thomas Busse, la creación fotográfica -técnicamente impecable- ahonda en la fractura del instante. Articulada en un flujo constante de asociaciones oníricas nos traslada, desde su óptica personal, a todos y cada uno de los aspectos de la existencia.

Misterio, alucinación, máscara y fetiche, placer y miedo. La piel exuberante que cede a los juegos sin decoro. Estética del látex, naturaleza sórdida, cruel y hedonista. Iconografía de la provocación, colores hirientes, maquillaje y lencería. Mujeres-niñas, mujeres-muñecas. Lilith, la Eva despojada de toda culpa, mujer guerreram, amante y antropófaga. Atributos zoomórficos, fantasmas del eros. El sueño del deseo produce quimeras, seres privilegiados de la vida inconsciente.
La visión fotográfica de Thomas Busse parte a menudo de una escenografía ritual, para alcanzar un complejo emblematismo. Mitografías, magia, imágenes oraculares. Surrealismo posmoderno que no teme a la incomprensión ni al absurdo. Dramaturgia, psicosis, perturbación y risa, retorno a la infancia, vías de escape.

Fotografía fílmica, narrativa. La realidad oculta, exhibida en su verdadera naturaleza simbólica, como a través del espejo. El deseo nos traslada siempre a aquello que aún no se ha vivido, al delirio de la vez primera, indescriptible, radiante en su cómica simplicidad.
Francisco Sotomayor.